sábado, 11 de junio de 2011

Despierto en un lugar oscuro, sin luz alguna, cuando comienzo a caminar me hago daño en los pies, el suelo esta repleto de clavos, escucho tu llanto, corro hacia ti, siguiendo el sonido de tu voz, de tus sollozos, pero es insoportable, no puedo mas, mis pies sangran sin parar y no puedo seguir caminando, pero aun así tu llanto me llama, sigo corriendo hasta que caigo y me hago daño en las manos y rodillas, me aparto para la pared mas cuando pongo mis manos en ella, miles de vidrios y cristales rotos atraviesan mis manos, aun lloras y sin importar el dolor, corro sin parar, sintiendo como cada clavo hiere cada vez mas mis pies, al fin te encuentro... en la pared oscura, estas agachado, encogido de rodillas, tus manos y brazos cubren tu cara, me agacho frente a ti, quito tus manos del rostro y te levanto. Sin dejar de llorar me miras como si no estuviera allí.
- ¿Porque lloras? - pregunto, pero sigues llorando y no respondes como un niño testarudo, quito tus cabellos de tus ojos, dejando aquel liquido rojo de mis manos en ti, de pronto... veo que tienes toda la espalda herida, miles de cortes causados por los vidrios, te aparto de la pared con cuidado... para no herirte más entonces en ese momento levantas la cabeza.
- ¿Quien eres tú? - me reclamas. ¿Que haces aqui?, Este es mi sueño, son mis miedos, mis muertes, mi dolor, márchate... déjame morir en paz...
- No puedo... no puedo...
Entonces tus ojos llenos de lagrimas adquieren un tono de odio... me empujas lejos de ti gritándome que me aleje, pero yo sigo ahí, hasta que de la nada sacas fuerzas y me lanzas lejos.
Y entonces despierto en mi pieza... buscándote en vano, buscando algún rastro de ti... busco algún agujero en la pared... veo uno.
Comienzo a romper la pared, rompiéndome las manos, sacándome las uñas... entonces comienzo a notar... el lugar, la pared con vidrio...el piso con clavos... no fue un sueño.
No lo fue.

¿Será que debo ir por ti nuevamente?

martes, 7 de junio de 2011

Los caminos de la vida .....


Estaba caminando como todas las tardes de invierno, siempre tuve ese amor por caminar bajo la lluvia. Recuerdo que llevaba ese abrigo gris y el paraguas grande, entonces te vi ahí... como a la espera de algo bajo la lluvia, y yo sentía que el corazón latía muy fuerte, balbucié algunas ideas de lo que te podía decir y tu aún no me veías, seguías ahí como si nada, como siempre. Estabas parado, tu pelo largo caía a los lados de tu cara y mirabas hacia arriba. Dejabas que la lluvia te tocara y te empapara por completo, tenías las manos en los bolsillos y traías puesto ese polerón café, ese que ocupé en tantas noches de invierno.

Seguí caminando y no quería que me vieras, si no hasta que pasara y sólo divisaras mi espalda, pero algo sucedió en tu mente y bajaste la cabeza, descansaste el cuello sin abrir los ojos y ahí te quedast.e

Nunca te vi tan hermoso sabes?, el frío te hacía tiritar y pronto divisé lágrimas entre las gotas de lluvia.
Y el miedo de pronto se fue y se quedé frente a ti.
Aún tenías la cabeza abajo pero ahora abriste los ojos. Notaste un par de pies frente a los tuyos, reconociste mis bototos desgastados y sin mirarme dijiste "te extraño".

Un escalofrío me recorrió totalmente y susurré "yo también", pero la lluvia golpeaba tan fuerte contra el suelo y tus pensamientos que no me escuchaste.
"Te extraño" me volviste a decir y subiste la mirada esperando encontrar alguna respuesta en mis ojos.

"Yo... yo te extraño desde aquel momento en que te fuiste, prometiendo arreglar odo algun día, desde aquel dia en que e rogaste que te perdonara, desde aquel momento en que tus ojos se despegaron de los de ella para mirarme con temor y arrepentimiento pero nada me importó porque te amo, te amé y te amaré siempre y lo sabes, pero aún así te fuiste y yo me quedé aquí, caminando por el invierno sin saber que hacer, sin saber si re hacer mi vida, por si no volvías o quedarme esperando a alguna señal, todo era tan poco probable así que me quedé esperandote, aun lo hago sin darme cuenta..."
Entonces me interrumpiste - no tienes nada que decirme?- me dijiste.
-no sé, no puedo pensar ahora - y seguí caminando.

No pude abrir la boca, tenía tanto que decir que mis pensamientos habian volado por el tiempo sin saber que no estaban saliendo por mi boca.
Y entonces cuando pretendía correr una vez más, me tomaste del brazo y me estremecí entera.

- No irás a ninguna parte, dime algo.

- Te amo - te dije sin pensar y sin mirarte, en un principio no estaba segura de habertelo dicho pero tus ojos grandes, con ese color miel tan dulce, delataron lo que había hecho.

-         Y por que corres?
- Que por que corro?, tu siempre con esas preguntas, no Gustavo? - dije entre sollozos- corro por que no se que más hacer, porque al correr todo se hace más fácil.
- Pero me amas, no es ciert0? - y yo te forcejeba el brazo para que me soltaras, pero no lo hacías- me amas?.

-¡sí!, ¡te amo, te amo, te amo! y te lo he dicho antes y te lo repito denuevo, TE AMO, eso quieres escuchar? ah?.

El forcejeo de aquella escena había dejado el paraguas de lado y ambos nos mirabamos bajo la lluvia. Eran las 6:23pm, lo recuerdo bien y la noche amenazaba con alcanzarnos ahí.
-         Sí... supongo.
- Supones?, ¡ah claro, supones!. Por que no supones entonces que me extrañas?, que me amas también que sabías que pasaría por aquí hoy y que te hablaría?.
-Cre que supones que no lo he hecho verdad?.
-¡Pero si nunca dices nada!
-No necesito hacerlo para que lo sepas.
-Eres realmente increíble...pero así te amo, de forma increíblemente idiota.

Y te miré sonriendo entre lágrimas.
Hace más de dos años que ya no había nada entre nosotros... y en ese instante reviví aquellos momentos en que eramos niños y estabamos juntos.
Me miraste con ojitos de que me tenías que decir algo, gritando que te abrazara pero yo baje la mirada, y volví a la realidad de golpe.

-Me tengo que ir
-No, no te vayas, por favor no te vayas..quédate.
-Quedarme? y para que?, acaso cambiaría en algo esta vez si no salgo corriendo?, cambiaría algo en ti acaso?, respondeme.
-No sé, sólo quédate por un...rato.
-No... no puedo....Gustavo tu... tu no entiendes nada...

Y sacando fuerzas de flaqueza, me solté de tu mano y corrí... corrí deseando volver a abrazarte pero sin embargo por primera vez mis piernas no le hicieron caso a mi corazón y siguieron avanzando...

domingo, 5 de junio de 2011

Sueño


Mi nombre es Carla y tengo 8 años. A penas puedo escribir bien, pero mi mamá me decía que la gente se expresaba mejor por el papel que hablando. Y digo "decía" por que ya no está aquí conmigo. Nunca entendí muy bien lo que sucedió, pero sí sé el momento en que pasó todo.

Fue cuando estabamos en ese parque verde, lleno de pequeñas estatuillas con nombres de personas. Recuerdo haberle dicho a mi mamá que era el jardín más lindo que había visto en mi vida. Pero ella no me escuchaba, lo único que hacía era llorar y llorar. Yo la miraba y le decía que no tenía porque tener miedo, ni porque preocuparse por que Ana solo estaba durmiendo y había que esperar a que despertara con el tiempo.
Ana era mi hermana mayor, y según lo que dijo mi mamá el sueño le ganó tal como a mi me ganaba cuando quería ver los dibujos animados en la noche después del noticiario, pero Ana se había dormido para siempre. Por más que intentaba calmarla no lo podía lograr y eso me daba una rabia que no te imaginas!.

Luego de esa vez en el parque nada fue igual, y vaya que no fue igual.

Mi mamá lloraba todos los días, se veía más delgada y casi no dormía.

Yo insistía en que todo iba a estar bien pero nunca se daba cuenta de que yo quería ayudarla. Hasta ese momento nunca había necesitado tanto a mi papá. Mi papi estaba durmiendo al lado de Ana, en ese jardín desde que yo tenía un año.
Supongo que mi mamá quería que despertaran y que la abrazaran porque mis bracitos son muy pequeños y no alcanzo a abrazarla fuerte. Yo también queria que ellos despertaran por que queria ver a mi mamá riendose.
Pasaron los meses y las cosas seguían igual. Pasó mi cumpleaños y nadie se acordó, sólo mi abuela que es como mi segunda mamá. Me hizo un pastel de manjar y nueces exquisito, pero mi mami no quiso comer, nisiquiera me habló ese día. ¿que estaba haciendo mal yo?.

Un día escuché a mi mamá hablar con mi abuela... le contaba el porque Ana se había suicidado. No sé que significa esa palabra... supongo que es cuando la gente se duerme cuando no es viejita aún.
Le dijo que en una carta Ana le había contado que estaba embarazada y que no podía soportar la verguenza. Se imaginan? un hermanito- sobrino pequeño!, no sé por que no quiso tenerlo... seguramente no quería jugar con él.
Y mi abuelita de la nada se puso a llorar, y mi mamá no paraba de gritarle que era su culpa y salí de debajo de la cama y las abracé a las dos, pero mi mamá no me veía... no me abrazo y nisiquiera me miró.

Pasaron más días y llegue temprano del colegio para contarle a mi mamá que me había sacado una nota buena, corrí a su pieza y la vi durmiendo. Así que intenté despertarla...¡mamá mamá!, ¡mami me saque buena nota!, mama?, mama me despierta... mira la nota que me saque...estudie mucho para esto...para hacerte reir un poquito...mami?.
Pero no despertaba... por mis gritos desperté a mi abuela y se puso a gritar y a llorar cuando vio a mi mama. Yo la abracé y le dije que no se preocupara que sólo estaba durmiendo. Entonces tomó un papel que estaba a su lado y lo leyo. Después de tranquilizarse me dijo que mi mama estaba durmiendo igual que Ana y Papá.
Pero saben? lo encontré muy injusto!, porque podían dormir asi ellos y yo no?, por que me dejaban sola?... no es justo que se lleven a mi familia durmiendo en una cajita en ese parque... yo quiero estar con ellos!.

No entendía nada y miraba a mi mamá enojada mientras dormía, mi abuela por mientras habia ido a telefonear a los carabineros y a los doctores.
Me acosté rapido antes que se llevaran a mi mama, a su lado y me intenté quedar dormida con ella. Pero no podía! aun era temprano y no tenía sueño...
Así que miré su velador y habían pastillas que mi mama se había tomado para quedarse dormida para siempre, entonces dije que esa era la solución y las tomé...
Ahora estoy esperanod que hagan efecto, y quise contarles mi historia por medio del papel... ahora estoy durmiendo con mi mami cuando lean esto asi que, solo quiero decir abuelita... perdoname por dejarte solita pero tu sabes que llegaras a dormir igual que nosotros... te am...

sábado, 4 de junio de 2011


Es como cuando ya no quieres más, te das cuenta que la luz no es tan fuerte como creías, como cuando te dan una mala noticia que no quieres creer o asumir...porque cada vez que asumes algo es signo/símbolo de quedar expuesto a cualquier tipo de perturbación o daño.
Así se sentía ella, Alicia... "Al" como le decía tiernamente aquel chico, por el cual estaba así. Aún no podía despegar la vista del suelo, Al estaba sentada en el paradero 12 a la hora imborrable de las 6.30pm. Esperaba el bus que la conduciría a esa casa, en donde su fortaleza se quebraría totalmente.
A pesar de ser las 6.30pm, ese día estaba osscuro, su estadía en aquel lugar era iluminada por un poste de luz amarilla que a ratos parpadeaba para dejar ver a contra luz la llovizna que parecía caer como nieve, suave... congelada.
Entonces de pronto en la oscuridad dos focos pequeños la encandilaron, su cabello rojizo se prendió de pronto y diviso el bus casi encima de su lugar de espera.
El viaje en si se le hizo eterno, si la luz de las luces la habían encandilado antes de subirse, ahora lo hacía la luz del bus, blanca... no podía mantener los ojos bien abiertos, sólo lo justo para divisar que estaba sola sentada en un auto que segun ella no se movía. "¿Que le dire?, ¿Como empiezo?,¿como reaccionará?,¿podré decirselo?", surgieron de pronto un montón de interrogantes mientras que la luz le quemaba los pensamientos para luego esfumarlos en alguna ráfaga de viento.

Cuando por fin llegó a su destino, el mp3 cambió a esa canción que tantos recuerdos le traía a la mente. Al bajarse del bus alguien la esperaba sentado en la acera... y no era precisamente él... era su padre.
Entonces es cuando el señor le cuenta lo sucedido. ¿Cómo te sentirías si la persona que tu amas está en el hospital intoxicado por pastillas?. Al simplemente repetía "no es cierto, no es verdad, no puede ser" mientras buscaba un consuelo en los ojos café claro del padre del muchacho, eran exactamente como los de él, pero no tenían ningún rastro de esperanza, claro... tal como los de él.

Llegando al hospital no la dejaron pasar a la habitación y nadie le daba las explicaciones correspondientes del caso ni menos le explicaba el porque. No sabía que hacer y su desesperación aumentaba a cada segundo. El pasillo del hospital de pronto se vio más grande y la voz del médico "está bien... pueden pasar a verlo" simplemente la despertó de un leve sueño. Corrió sin pedir autorización, entro a la habitación e inmediatamente puso la cerradura.
Respiro con algo de alivio y todo quedó en silencio.
Se giró y lo vio tendido en la cama, mirandola con los ojos caídos, estaba despierto pero era como si no estuviera completamente ahí. 

- ¿Por qu...?
- Lo siento, lo siento mucho...de verdad.
- Sabes que nunca he sido dependiente de alguien, verdad? - preguntó Al sin mirarlo a la cara - lo sabes?
- Sí, lo sé pero...
- Entonces si estamos con cosas tan seguras, asumo que sabes que eres el único que me hace depender de un "hola" o algún gesto, no es cierto?
- Al...
- NO ES CIERTO?! - gritó llorando entonces sin dar cuenta de nada, la situación la había quebrado por completo y le había arrebatado todo indicio de fortaleza.
- Pero es que Al, tu no entiendes...
- Entonces explicame...
En 5 minutos le explicó, pidiendo muchas disculpas entre medio. Su padre lo estaba obligando a dejar Australia, sus amigos, su familia, su Al, su todo... por una beca de estudios para algo que el nisiquiera quería estudiar pero que su padre se lo exigía a modo de pago por todo lo que él había hecho por su vida. Se encontró encerrado, la única manera de escapar era el frascos de pastillas de mamá.
Le juró que antes de tomarlas dijo muchos te amos al cielo y que se durmió con su foto pegada al pecho, que cantó la canción que era de los dos y que lloró pidiendo disculpas esperando que ella escuchara.

Ella lloraba abrazando una carta que estaba frente a ella, mientras escuchaba su voz, lo abrazaba fuertemente sintiendo su tez fría contra su cara, le gritó que lo perdonaba, que todo sería distinto, pero no pudo terminar de hablarle...

- Al querida - le dijo la voz de su madre abrazándola despacio - querida mía vamos, los médicos necesitan retirar el cuerpo... vamos afuera, te compraré un café...
- No mamá miralo, está bien, me habló, me dijo que estaba bien, me pidió disculpas mamá, mamita miralo si sólo está frío... sólo miralo! - pero al momento de soltarlo diviso los labios contraídos y los ojos cerrados de un cuerpo inerte.

La vida se le había ido ya hace unas horas y no quedaba nada más que hacer.

- Preciosa, mi niña... vamos por favor...

Al se volteó lentamente hacia la puerta abrazada de su madre, cuando de pronto una brisa le susurró al salir de la habitación un "te amo" despacio al oído.

jueves, 2 de junio de 2011

BAR


Los gritos en mi casa eran insportables, como ya era habitual. Mi madre le restregaba en la cara a mi padre el que fuera un trabajolico por exelencia y el, a su vez, le reclamaba la falta de disposición para entenderlo. Pasaron los minutos y la música en mi pieza ya no podía silenciar el ruido ensordecedor de los gritos provenientes de su alcoba. Por lo que mi subconciente me llevó hacia el living para tomar mi abrigo y salir disparada por la puerta con dirección desconocida.

Caminé muchas cuadras ya estando en el centro de la ciudad, las luces con tonos sepia dejaban al descubierto el lúgubre escenario citadino: calles desgastadas, suicias, callejones oscuros con aires de homicidio rondando entre sus paredes, basureros asaltados por la repentina hambre de algún gato moribundo y alguna que otra ilusión rota buscando donde acabar.
Frené mi caminata fuerte a las luces intermitentes de un cartel verde que parpadeaba "Bar" con aires de mala muerte. Entré sin pensarlo dos veces, encandilada por el destello verde, encontrandome con cuatro personas sentadas juntas en una mesa, riendo fuertemente con tragos sobre la mesa, 2 más dos mesas más allá y en el fondo, un joven solitario... quizás con más problemas que yo.
Me acerqué al bar luego que el desconocido me mirara con extraño interés desde la mesa del fondo y me senté dándole la espalda.

- Una cerveza por favor, bien helada. - le dije al tipo que atendía el bar sin siquiera mirarlo.

Casi instantaneamente apareció un gran vaso con cerveza frente a mis ojos, el cual en menos de 5 segundos desapareció mientras se deslizaba en mi garganta.

- Cualquier chica que beba cerveza de esa manera, merece ser invitada a otra y por sobre todo merece una buena compañía.


Lo miré con poco interés para ser sincera, no estaba de humor para conquistadores de una noche que sólo buscan damas de compañía y no precisamente para conversar.
Sin volver a mirarlo le pedí al tipo del bar otra cerveza. El joven, al cual esta vez me detení a mirarlo ignorando la mirada de mi nuevo acompañante, era un chico delgado, alto y con ojos cansados. Asintió guiñandome el ojo y al instante tuve mi cerveza. Esta en cambio, no desapareció en seguida.

Quedé pensativa mirando las burbujitas reventandose en el vaso e imaginé si es que acaso así se vería mi mente. Explotando en pequeños pedazos a cada segundo pero sin embargo, fácil de tragar. Casi por dos segundos olvidé la compañía silenciosa a mi lado hasta que esta rompió el silencio.

- Te vas a tomar eso o no? - me dijo con tono irónico para sacarme una risa, quizás ese era su plan para cada noche, quizás no, a quien le importaba realmente. Lo miré y le di en el gusto pero al parecer, mi intento por ser amable fue totalmente desastrozo.
- Uf, ya veo... no quería molestar, lo siento.
- Encuentras que soy una chica fácil de analizar? - Le dije, en verdad no sé con que fin. El joven me miró casi con cara de asustado esperando a que le diera mayor información sobre la respuesta que esperaba de su parte, pero al ver que no la tendría sólo torció el gesto de su boca.- No importa, olvidalo - le dije desganadamente entre un suspiro y me lleve el vaso a la boca. Genial!, ahora parecería una verdadera loca delirando en un bar... genialís...

- La verdad es que sí.

Sí? - pensé tratando de evitar el ahogo con la cerveza y mis pensamientos - yo era una chica fácil de analizar?, en verdad un extraño del cual no sabía ni el nombre... era capaz de leer mi vida a través de lo que decía o veía?, tan patética era mi cara que parecía un libro abierto en el cual todos podían leer fácilmente mis pensamientos y problemas?. Já! que se había creído este tipo?. - Puse cara de pocos amigos y lo miré sin poca sorpresa esperando que continuara.

- Eres fácil de analizar, casi puedo leer la historia de tu vida en tus ojos y digamos que no sería una muy alegre, considerando que estás aquí, sola, bebiendo cerveza y preguntandole a alguien que no conoces si eres fácil de analizar, no crees?.

Diablos!, tenía razón... era tan... tan... obvio!, lo odié por un momento pero luego le sonreí - No tienes ni la menor idea, y tu... te consideras fácil de analizar? o simplemente la gente juega a suponer "historias de vida" a través de tus ojos, tal cual lo haces tu con los demás?.

- No, soy tan sencillo de analizar, de entender, de comprender que todos los humanos presentes en este bar. No soy interesante, no llamo la atención, no soy bueno para el poker, me gusta leer, lo que a la mayoría de la gente le parece bastante aburrido, me gusta el color café, escucho rock, hmm - suspiró pensativo- digamos que soy un hombre simple, clásico y aburrido, eso tendría algo dificil para analizar?, no lo creo.
- Vaya, y que estás haciendo aqui?, deberías estar suicidandote en tu aburrimiento... café y... clásico. - No sé que me llevó a ser tan repelente a todo lo que decía, su presencia me molestaba, me interrumpía mis monólogos interiores, me hacía pensar, sobre mi, sobre él, sobre la gente a nuestro alrededor y no quería, no quería pensar, sólo quería beber mi segunda cerveza ahogada en el ruido de la televisión, era acaso algo tan dificil de pedir?... pero a la vez, no quería que se marchara, porque si me dejaba sola con mi cerveza, me quedaría pidiendo una tras otra durante toda la noche, y no... con un hermano alcoholico, habia aprendido bastante a no perder mis límites con el alcohol.

- Claro, hmm... tienes toda la razón, suicidio clásico color café no suena mal, para aun tipo como yo claro. Ahora, porque razón tu desaparecerías de aquí? o mejor dicho...y dejemonos de ñoñerías... Que te llevó a desaparecer de tu mundo, y llegar hasta acá?

Lo pensé... pero en realidad no llegué a mayor conclusión que escapar, escapar de los gritos, de las presiones, del enojo, de la tristeza, de la soledad, de la desesperación de querer hacer tanto por mi vida y no poder por tantos motivos, el querer gritar mil cosas pero llegado el momento callarlas todas para luego romper en lágrimas, todo eso me llevaba a terminar en un lugar como este, toda mi vida me había conducido a llegar a un lugar como este, sola, bebiendo, conociendo y hablando con quizás que tipo de persona. Quizás el tipo a mi lado era un sicópata, quizás sólo quería mi riñon y para eso tanta palabrería, que se yo... yo sólo escapo de todos, sólo arranco, por que ya no me queda nada más por soportar, he soportado todo, todo en una sola vida. Vaya tortura.

- Todo supongo - le dije sin mirarlo callando mis pensamientos.
- Todo?
- Sí, todo.
- Hmmm, entonces,que estás haciendo aquí? por que no estás suicidandote con tu cerveza y... tu abrigo color extraño?.

Reí, aunque la broma era de mal gusto y no me causo gracia en realidad, nada me causaba gracia, pero sin embargo seguía ahí, aun después de darme cuenta por la charla de un desconocido, el miserable ser humano en el cual me había convertido, uno que arrancaba de todo con un vaso de cerveza pero sin embargo, no era alcoholica, una huraña, una insesible a la cual nada le afectaba, pero sin embargo aún necesitaba salir corriendo. Porque? ni idea. Nunca tuve idea de nada, nisquiera porque seguía respirando.

- Sí, quizás eso debo hacer, es más... lo haré en este momento - le dije sin voltearme. Dejé el dinero de las cervezas y unas cuantas monedas como propina en la mesa de bar de madera gastada y me abroché el abrigo. Esperé que dijera algo, no sé realmente por que, pero quería que dijera algo. Pero no, no lo hizo... simplemente se quedó en silencio ahí analizando quizás nuestra estúpida conversación. Me volteé para mirarle pero ya no estaba allí. Recorrí con la mirada todo el bar, pero sin embargo... no estaba por ninguna parte. ¿Como es posible que se haya ido sin hacer el menor ruido y en tan poco tiempo?, caminé confusa hasta la puerta y lo seguí haciendo hasta mi casa. Me acosté pensando en aquel extraño incidente, la conversación, los intentos de risa, todo era tan... ageno a mi y tan poco entendible a esas horas de la noche cuando peleaba por conciliar el sueño.

Desperté a las 11 de la mañana, con el sol quemandome las pestañas y todo lo del día anterior quemandome el cerebro.
Sin tomar desayuno, y carcomida por la curiosidad, corrí al centro de la ciudad en busca de aquel bar, quería saber quien era ese tipo, ese joven que me dejo sin habla y casi sin poder dormir con su aburrimiento café y clásico.

Pero al llevar a la puerta de aquel bar, quedé en blanco.

Tablas roñosas llenas de polvo impedían el paso de la gente hacia adentro, un letrero enorme informaba la clausuración de local con fecha hace 5 años atrás. El interior era lúgubre, sucio, casi podía escuchar ratones caminando entre el piso de madera pasando sus sucias garras por el suelo.
Quedé atónita en frente de este escenario sin poder comprender nada. Donde había estado si no era allí la noche anterior?.

De pronto un anciano de aspecto descuidado, casi vagabundo interrumpió mi perplejidad.

- Dicen que las almas que necesitan consuelo llegan aquí cada noche a las 10 en punto, el bar abre sus puertas dejando entrar a cualquiera que en un 2 de julio, necesite compañía sin desearla, para luego cerrar sus puertas hasta la próxima oportunidad. Aquí conocí al amor de mi vida, Antonieta... nunca más supe de ella, y usted señorita, a quien conoció? dicen que todos conocen a aquella persona que está hecha para uno, algunos los vuelven a encontrar después de años, otros como yo simplemente la pierden.

- Yo sólo conocí a un aburrido café clásico... - dije caminando y pensando en que por favor, ese aburrido café clásico me salvara de mi aburrimiento cotidiano una vez más y preguntandome aun con más fuerza cual hubiera sido el motivo que lo llevó a caer en ese bar, esa noche...conmigo.


-

martes, 31 de mayo de 2011

Esta será nuestra última cerveza juntos - dijiste con la cabeza gacha y los ojos escondidos.
-La última de esta vez - te dije sonriendo ilusamente, sin prestar mayor importancia a tus palabras que luego tendrían el peso real y claro, tu siempre supiste que asi sería,
estuviste tan seguro que no fuiste capaz de mirarme a la cara y decirme a los ojos esa verdad escondida.

El bar de ese entonces había cambiado la música alegre por un soundtrack de película con trágico final, de esas que yo siempre había evitado ver, pero de pronto ahí estaba, viviendo y personificando una de aquellas.
Aquel romance que para mi siempre había sido como un cuento de hadas actualizado y bien de nosotros, prometía mucho a mi parecer, pero olvidé aquel pequeñito detalle, pero que es muy muy importante... los cuentos de hadas no existen y si alguno se le asemeja es sólo por aparentar.

Pero en ese momento nada en verdad importaba, sólo las canciones de Radiohead sonando de fondo que se iban apagando a medida que pasaban los minutos. Quizás lo de nosotros nunca fue de verdad, o quizás sí pero pasé a "materializarlo" en sueños y letras de canciones prometedoras, de esas que te hacen llorar.

- Señorita, ¿Un café? - me interrumpió de pronto la azafata, en mi monólogo interior de ensalada mental que tenía sobre recuerdos, sobre tus recuerdos.
-Sí, por favor.

Entonces volví a la realidad, en donde estaba. Luego de un arduo esfuerzo... al fin estaba en el avión rumbo a New York, confiaba en que la vida allí sería mejor, lo fue después de todo... (lo es aún después de 15 años), aunque la fuerza del recuerdo muchas veces arruine momentos.
Sé que quizás él ahora siga con su protocolo ensayado del pobre chico herido, sé que muchas más caerán como yo... pero también sé que no lo volveré a ver nunca más, estamos demasiado lejos... siempre lo estuvimos - pensé con una mezcla de alivio y pesar.

- Ojalá todo hubiera sido distinto - dije susurrando en un suspiro, tomando el primer sorbo de aquel café - ojalá nunca hubiera bajado la guardia para volver a creer.

-Quizás podemos hacerlo distinto - dijo una voz hasta el momento desconocida. Allí... en el asiento del frente, había una cabellera que me daba la espalda, no comprendí muy bien el mensaje al instante - podríamos, no crees?.

Eras tú...
Ni en mis más remotos sueños, pesadillas, fantasías o temores pensé en volver a verte, en volver a hablar contigo, y era de esperarse. Pero a pesar de todo, quería manter las cosas así, sin ti.

- Creo que no... disculpa, ¿te conozco? - te dije mirandote con aire irónico.
- Mmm... no, creo que no, disculpa... te confundí con otra persona - dijiste volteando y comprendiendo mi intención sin sentir los latidos de mi corazón a punto de explotar. No sabía que hacer, no sabía si decirte todo, de soltar toda esa rabia contra ti, guardada por meses... estabas ahí de espaldas a mi y yo sin poder generar palabras comprensibles... hasta que de pronto comprendí y recordé todo lo malo, todo aquello que me había mantenido dañada por tanto tiempo, y dije no te preocupes solemos equivocarnos….